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Cómo el inversor financiero Permira sacó brillo a las Dr. Martens

FONDO Los británicos pueden llamarlos «Doc Martin’s» y los estadounidenses «Doc Marten’s»; no importa cómo los pronuncies, es muy probable que todos estén de acuerdo en este punto: ninguna bota en el mundo ha logrado reclamar adjetivos inconformistas e icónicos durante un período de tiempo tan largo. No ha habido una década en sus casi sesenta años de existencia que las botas Dr. Martens no hayan recorrido las calles del mundo. Por supuesto, ha habido peores fases (el período más difícil para la marca fue a finales de los 90), pero la marca ahora está de nuevo a la vanguardia de la moda. A pesar de su longevidad, el estilo de ropa de trabajo de estas resistentes botas inglesas nunca ha perdido su esencia electrizante: es el compañero indispensable de cualquier gótico confiado y un accesorio popular de algunas de las figuras más importantes de la moda, ya sea Kanye West o Nicki Minaj. ¿Punk? ¿Roca? ¿Clásico? ¿Grunge? ¿Masculino? ¿Mujer? ¿Inglés? ¿Idioma aleman? No importa: Dr. Martens es duro, por encima de todo.

Y nació dos veces. El primer nacimiento fue un accidente. Un accidente de esquí. En 1946, el Dr. Klaus Märtens se rompió la pierna mientras esquiaba. Para acelerar su recuperación, el ingenioso médico alemán inventó y fabricó una suela acolchada con aire hecha de un neumático de automóvil. El segundo nacimiento ocurrió 15 años después, cuando una familia inglesa de fabricantes de calzado, la familia Griggs, vio un anuncio del Dr. Maertens en una revista comercial. En un golpe de genialidad, Bill Griggs compró el diseño del inventor alemán porque estaba convencido de que esta suela práctica y cómoda haría maravillas cuando se usara con estilos de zapatos profesionales.

Y así, en 1960, en el corazón del pueblo de Wollaston, en el norte de Inglaterra, comenzó la primera fábrica inglesa de la empresa con la producción del famoso modelo Dr. Martens 1.4.60 (el nombre se anglicanizó con fines de marketing) . Esta no era la broma de April, incluso si el nuevo propietario se hubiera reído a carcajadas si le hubieran dicho que estas botas de trabajo se convertirían en las favoritas de los adolescentes rebeldes de todo el mundo. Los punks, los rockeros y los góticos usaban Doc’s. La cubierta de metal, que adornaba el frente de algunos modelos para proteger los dedos de los trabajadores de las piezas que caían, fue especialmente apreciada por los hooligans; Puedes adivinar por qué. A principios de la década de 1970, se prohibieron los zapatos en los estadios británicos y ahora se desecharon las gorras.

El modelo 1.4.60 sigue en producción a día de hoy y sus características no han cambiado: piel rojo cereza para puristas, ocho agujeros, suela estriada, lengüeta negra y amarilla con escritura Bill Griggs, costuras visibles y piel resistente a líquidos tóxicos. Todos los modelos «Originals» utilizan la técnica Goodyear que permite unir la mayoría de los componentes del zapato con una sola costura, minimizando así el uso de adhesivos y aumentando la firmeza del conjunto y la transpirabilidad del pie.

A lo largo de los años, las botas han cambiado de manos varias veces, así como de lugar de producción. Una difícil situación financiera a fines de la década de 1990 obligó a la empresa matriz de Dr. Martens, Griggs Group Limited, a trasladar gran parte de su producción. Hasta el día de hoy, un equipo todavía trabaja en Wollaston en autos antiguos para estilos ingleses que siguen el proceso de producción original. En 2013, la marca fue adquirida por 380 millones de euros (345 millones de libras esterlinas) por el fondo de inversión Permira, entonces propietario de Hugo Boss y New Look. Pero Permira ha hecho maravillas: desde la adquisición, la empresa de calzado ha experimentado un excelente crecimiento, las ventas han aumentado al igual que el resultado operativo. Y este año, la ganancia de la marca británica aumentó en un 70 por ciento. ¿Qué pasó?

Comercio electrónico, cooperación, línea vegana: la receta del éxito de Dr. Martens

Desde que recuperó el mercado en 2014, la marca casi triplicó sus ventas y abrió 60 tiendas en todo el mundo. Esta reconquista se produjo de una forma bastante clásica, gracias a poderosos aliados como diseñadores de moda y figuras icónicas de la escena musical inglesa. La colaboración con el diseñador Marc Jacobs (que reeditó sus colecciones Grunge 92/93 con mucho estilo) y los Sex Pistols contribuyeron significativamente al aumento de las ventas. Otra herramienta ha sido el aumento significativo en el número de puntos de venta: el grupo se apoya en su red de 109 sucursales en todo el mundo, y solo en el último año, Dr. Martens ha abierto alrededor de 20 nuevas sucursales en Europa, EE. UU., Japón y China (Hong Kong). Esta expansión internacional ha valido la pena: un tercio de la facturación proviene del mercado nacional, mientras que los ingresos en Europa, Oriente Medio, África y EE. UU. están creciendo.

Una línea en particular hace que esto suceda: la «línea vegana» lanzada en 2016, para la cual la compañía reemplazó el cuero superior del zapato con plástico de poliuretano sintético. El precio de los modelos clásicos oscila entre los 110 y los 219 euros. Estas botas ya suponen el cuatro por ciento de las ventas totales, lo cual es significativo.Permira tampoco ha descuidado el comercio electrónico, que ya supone el 16 por ciento de los ingresos de la marca. Este es un gran logro, ya que significó un aumento del 67 por ciento en las ventas en línea en solo un año. Así, la compañía, que desde el año pasado dirige Kenny Wilson (anteriormente presidente de Levi’s Europa), cierra el año con un aumento de las ventas del 30 por ciento respecto al año anterior, que asciende ahora a 486,35 millones de euros. aumentó en un 70 por ciento. En 2018 se vendieron 8,3 pares de zapatos Dr. Martens. Esto es suficiente para hacer feliz a Permira. Según los informes, se dice que el inversionista financiero confiado ya está trabajando con el banco de inversión Goldman Sachs para vender la marca y duplicar su compra después de pulir las botas bastante bien.

Este artículo fue publicado originalmente en FashionUnited.fr
. Editado y traducido por Simone Preuss.

Foto: Dr. Martens Facebook

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