Según los informes, Ann Summers contrató a los contadores KPMG para vender su marca de ropa interior Knickerbox.
Según el Telegraph, se entiende que el minorista busca deshacerse de la marca de ropa interior que genera pérdidas que adquirió en 2000 para «recuperar» la historia de éxito de juguetes y lencería para adultos por la que Ann Summers es conocida.
Entre quienes buscan comprar la marca de ropa interior, que tiene 33 tiendas en el Reino Unido y se vende en línea, se encuentran el gigante de los supermercados Tesco y los grandes almacenes Debenhams, que buscan aumentar su oferta de ropa interior.
«La marca Knickerbox tiene una fuerte identidad y una posición respetada en el mercado», dijo al Telegraph David McCorquodale, jefe de ventas minoristas de KPMG. «Podemos imaginar que la marca esté con un minorista, un jugador puro o un propietario de marca que pueda llegar a un sector más amplio de la base de clientes que su posicionamiento actual».
