Se ha publicado el primer número de Vogue Escandinavia. En la portada no es otra que la activista climática sueca Greta Thunberg, sentada bajo un dosel verde brillante. Con una gran gabardina rosa, se apoya contra el tronco de un árbol, acariciando la nariz de un caballo islandés con la mano izquierda. La revista presenta una entrevista de varias páginas con Thunberg sobre su visión y experiencias en el activismo climático. Coincidentemente, el lanzamiento de Vogue Escandinavia coincidió con la publicación de un nuevo informe de la ONU que subraya la gravedad y urgencia de la crisis climática.
La atención a la naturaleza y el clima se entrelazan en la nueva edición de Vogue, que sirve a Suecia, Dinamarca, Noruega, Finlandia e Islandia. Vogue Escandinavia pretende ser «la publicación más sostenible del mundo», según un comunicado de prensa. Entre otras cosas, la revista utiliza envases libres de plástico y se plantan dos árboles por cada árbol que hay que talar para imprimir un número. Además, los números ya no se venden en las tiendas, sino solo a través del sitio web de Vogue, para evitar copias agotadas.
La revista ya es neutra en carbono, pero no se detiene allí, dice Mariann Jacobsson, directora de sustentabilidad de Vogue Escandinavia. «Nuestro objetivo es devolver más de lo que consumimos». La revista está trabajando en una cadena de producción completamente libre de carbono y, al hacerlo, espera inspirar a otros a tomar medidas climáticas.
La sostenibilidad es el tema clave de la nueva Vogue Escandinavia
La presencia de Thunberg en la portada simboliza este enfoque. Thunberg «representa todo [Vogue Scandinavia] representa», según el comunicado de prensa. La revista se une a Thunberg para pedir más responsabilidad en todas las industrias, incluida la moda. Las marcas de moda deben ser conscientes del impacto que tienen sobre el medio ambiente y deben hacer todo lo posible para minimizar las consecuencias negativas de sus acciones».
Esta actitud crítica es notable en una revista como Vogue. La mayoría de las revistas de moda dependen, además de las tarifas de suscripción, principalmente de los ingresos publicitarios de las grandes marcas de moda y, por lo tanto, venden no menos, sino más ropa. La pregunta es cómo se manejará Vogue Escandinavia en el futuro.
En una publicación de Instagram en la que Thunberg compartió la entrevista, la activista criticó aún más duramente a la industria de la moda. “La industria de la moda contribuye enormemente a la emergencia climática y ecológica (…) Muchos hacen parecer que la industria de la moda está empezando a asumir responsabilidades, gastando enormes cantidades de dinero en campañas que se presentan como sostenibles, éticas, verdes, ecológicas. neutral y justo. Pero seamos honestos: casi siempre es puro lavado verde. No se puede producir moda en masa ni consumirla de forma «sostenible» en el mundo actual. Esta es una de las muchas razones por las que necesitamos un cambio de sistema».
Vogue y cuestiones medioambientales
En los últimos años, Vogue a menudo ha llamado la atención sobre cuestiones ambientales. Por ejemplo, para la edición de enero de 2020, Vogue Italia decidió no contratar fotógrafos ni reservar viajes fotográficos remotos. En cambio, el número presentaba portadas ilustradas. A principios de este año, la publicación italiana puso animales en sus portadas en lugar de modelos, con artículos de piel y cuero reducidos al mínimo en los editoriales. También hay artículos sobre el cambio climático de vez en cuando, como una serie de entrevistas con siete activistas climáticos en Vogue India el invierno pasado.
Este artículo se publicó originalmente en FashionUnited.nl. Editado y traducido por Rachel Douglass.
